Había una vez una ardilla que trabajaba y otro castor también. Un día estaban trabajando los dos y terminó el castor primero y le dijo:
-Te ayudo?
- Ya, dijo la ardilla.
Al otro día le dijo:
-¿Me ayudas?
-No, dijo la ardilla.
Al otro día llevaba unos dulces y le dijo la ardilla:
-¿Me das? Y él le dijo:
-No, tú no me ayudaste ayer, así que adiós.
Moraleja: No ayudes a los que no te ayudan.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
NOS GUSTARON MUCHO LAS FABULAS ESPECIALMENTE LA DE LA ARDILLA Y EL CASTOR,ES MUY GRACIOSA Y TAJANTE. FELICITACIONES
Publicar un comentario