Había una vez un perro que era muy bueno para la pelota y era del equipo de los goleadores. Siempre ganaban los juegos con el perro e iban de país en país.
Hasta que un día llegó un equipo que era súper bueno, igual que el equipo goleadores.
Cuando se vieron y el perro se enojó porque el otro equipo se reía de que el equipo goleadores tenía un perro.
Al otro día se prepararon para ir a jugar y cuando estaban jugando se dieron cuenta de que el otro equipo le estaba ganando y cuando perdieron se dieron cuenta que no les importaba.
No es importante ganar si no jugar.
Hasta que un día llegó un equipo que era súper bueno, igual que el equipo goleadores.
Cuando se vieron y el perro se enojó porque el otro equipo se reía de que el equipo goleadores tenía un perro.
Al otro día se prepararon para ir a jugar y cuando estaban jugando se dieron cuenta de que el otro equipo le estaba ganando y cuando perdieron se dieron cuenta que no les importaba.
No es importante ganar si no jugar.
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